Nuestra raza no está dada por el color de la piel, ni por el idioma, ni por la cultura. Nuestra raza es toda la humanidad… e incluye a todos los Seres que la mayoría de la gente aún no alcanza a percibir…

 

Nuestro territorio no tiene fronteras… no tiene un gobierno que lo domine… no tiene símbolos patrios que lo diferencie de otros países… Nuestro territorio es la Madre Tierra...

 

Nuestra religión no fue creada por un grupo de hombres… Nuestra religión no separa a las personas haciéndoles creer que las demás religiones no tienen el poder de la salvación. Nuestra religión es el Amor Universal e incondicional, que une a toda la humanidad…

 

Nuestros hijos son personas de todas las edades: niños, adultos, ancianos… Nuestros hijos son todos aquellos a los que les brindamos un consejo para abrir su propio camino...

 

Nuestros hermanos menores son absolutamente todos los animales. Ellos están presentes para enseñarnos a amarlos y a respetarlos. Los animales colaboran en nuestra evolución, y nosotros los ayudamos en su ascenso.

 

Aprender a conectarnos con nuestra alma es un maravilloso objetivo...

 

Aprender a conectarnos con la naturaleza es nuestra mayor riqueza.

 

Aprender a conectarnos con todos los seres que nos rodean, complementando diferentes puntos de vista, es el mayor desafío.

 

Aprender a trabajar nuestro espacio interior, sin responsabilizar a los demás por los errores que cometiéramos, es una buena decisión.

 

Aprender a compartir virtudes en lugar de competir por ellas, es sinónimo de sabiduría.

 

Descubrir quiénes somos y aprender que cada uno de nosotros porta la divinidad en su interior… es nuestra meta.

 

                                          Con amor... Stella Maris