El joven apuesto
Había una vez un joven apuesto que vivía en un pueblo lejano.
Tenía algo especial, que todos los pobladores llamaban ¨un no se qué, que lo hace diferente...¨
Algunos pobladores lo envidiaban... otros lo admiraban... y francamente, varios, no lo entendían.
El joven apuesto andaba feliz por el pueblo... satisfecho de su ¨no se qué, que lo hacía diferente...¨
Un anciano sabio del pueblo había decretado que el joven había ¨despertado¨... Era por eso que todos decían que tenía un ¨no se qué, que lo hacía diferente...¨
Cuando llegó al pueblo un viajero, preguntó qué significaba que ese joven había despertado. Pero casi todos quedaron mudos... no supieron qué responder... Uno sólo expresó ¨tiene un no se qué, que lo hace diferente...¨
El viajero no entendió... y se marchó.
Algunos pobladores se acercaron hasta el anciano sabio, diciendo que ellos también habían despertado. Él los miró y en tan sólo un instante percibió que eso aún no se había producido, por lo que, con muy pocas palabras (como era habitual en él) les respondió: ¨Creer despertar no significa haberlo hecho, pero es un buen comienzo¨
El joven apuesto pasó toda su vida tratando de despertar a la gente del pueblo... porque sabía que ese era su mejor legado.
Pero más de uno siguió sin entender qué quería hacer el joven apuesto...
Y es el día de hoy que el viajero no logra entender qué significará haber despertado.
Este relato lo escribí para vos... lo escribí también para mí...
Quizás, en algún momento, sabremos responderle al viajero...
Con amor...Stella Maris
Y vos... ¿Cómo explicarías lo que es ¨despertar¨?