Siempre nos enseñaron (y lo aprendimos muy bien) que la ayuda para despertar y ascender debía venir desde afuera…  Eso nos dio una muy importante cuota de seguridad y de cierto desentendimiento en relación al compromiso con nuestra propia evolución…

 

Y allí nos enfrentamos a la realidad en la que las cosas no resultaban como las habíamos pedido, quizás llegábamos a la conclusión de que ¨no nos habían escuchado…¨ Y caíamos en la frustración, el enojo, la ira o el desaliento…  Pasaba el tiempo, y volvíamos a ¨pedir¨ al de ¨afuera…¨

 

Aquí se presentan varias cuestiones a tratar. En primer lugar tenemos que aprender a entender que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Somos chispas divinas provenientes de la Fuente. Si tenemos a Dios en nuestro ser, me pregunto: ¿Por qué nos distanciamos de Él para pedirle favores? ¿Por qué nos ubicamos en el lugar de desamparados que no somos escuchados por el que está ¨afuera¨? ¿Por qué no confiamos... si Él está adentro nuestro?

 

En segundo lugar, tenemos que incorporar la noción de que a la realidad la podemos crear nosotros. Dejemos de compararnos o de culpar a los demás por lo que nos tocó ¨por azar ¨ vivir aquí… El azar no existe en la vida… hoy sembramos lo que mañana cosecharemos… Tarde o temprano tenemos que pasar por situaciones que nuestra misma alma decidió que serían las mejores para nuestra evolución. Para quienes aún no se enteraron de esto, les explico: Antes de encarnar en el plano físico, nuestra alma hizo una especie de ¨firma de contrato¨ eligiendo cuáles serían las experiencias que viviría, con quiénes las viviría, y decidió cuándo y cómo sería todo… Y claro, eso ya lo olvidamos (el olvido es necesario para animarnos a vivir) Entonces seguimos tirando afuera la causa de nuestras desgracias… Hagámonos cargo. Somos partícipes de nuestras decisiones. Somos creadores de nuestra vida. Nuestra alma eligió (Ya sé, más de uno estará pensando ¿Cómo pude elegir eso…? ¡Imposible!) Pues, le contesto: esa experiencia, y sólo esa, era la adecuada para que despertaras y aprendieras a responder de una manera distinta a como lo hiciste en todas tus vidas anteriores... Pero, la mayoría de la gente seguirá transitando por nuevas vidas, sin siquiera darse cuenta que lo que eligió experimentar debía producir un cambio en su respuesta…  Y ahí se queda, pidiendo ¨a un Ser de afuera¨ que venga a auxiliar…

 

En tercer lugar, entendamos de una vez por todas que Todos somos Uno con nuestro prójimo. Cuando ejercemos el verdadero amor incondicional, tratamos a quienes ni siquiera conocemos, de una manera maravillosa, dándole lo mejor que tenemos. Y el premio viene directo a nuestro corazón, en silencio, sin aplausos. No necesitamos nada más. Cuando dejamos de quejarnos por lo que nos falta, y empezamos a dar amor, el mundo cambia radicalmente.

 

Recordemos que ¨Ascender¨ significa volver a Ser Uno con el Ser Supremo, y con todos los que ya están unidos a Él. Si queremos realmente estar unidos a Él, pues demostrémoslo. Estar unidos a la Fuente significa sentir amor, confiar, además es recordar y demostrar que nos hacemos responsables de lo que deseemos crear.

 

Tenemos posibilidad de crear amor, paz, unidad. ¿Por qué nos seguimos enroscando con sentimientos opuestos? Repito: tenemos posibilidad de crear la realidad.

 

                                                      Con amor, Stella Maris