Llega un tiempo en el que todo aquello que considerábamos normal y estable, empieza a cambiar… Nuestras creencias que eran rígidas e inflexibles, se desintegran, se modifican o, mejor dicho, nosotros las modificamos por otras que nunca habíamos pensado llegar a concebir.

 

Por momentos empezamos a sentir una intolerancia hacia las cosas que poseen una vibración inferior, que se refleja en las conversaciones, actitudes, estructuras sociales.

 

Los programas de televisión que tanto rating tienen, se vuelven para nosotros insoportablemente absurdos y aburridos. Los chismes, que quizás antes llamaban la atención, ahora son desechados completamente. Ni hablar de la moda: nos produce un rechazo el hecho de pensar que la gente se viste y se calza obedeciendo el mandato de un grupo...

 

Algunas personas se van alejando, ya no coinciden con nuestra vibración. A veces sentimos que ¨no nos entienden¨. 
Nuevas amistades llegan a nosotros.

 

Las tareas, intereses, hábitos y trabajos también pueden llegar a cambiar. Cuando tratamos de hacer nuestras actividades diarias, sentimos que algunas ya no tienen sentido, o que necesitamos hacer cosas nuevas, donde sí podemos ver un objetivo más elevado. Nuestros planes cambian repentinamente a mitad de camino y se van en una dirección completamente diferente.

 

Estamos cambiando. Es lógico que por momentos no sepamos en qué dirección ir. También es común replantearnos si el camino que estamos empezando a recorrer es el mejor, porque en realidad no se asemeja en absoluto con el que veníamos recorriendo hasta el momento.

 

La percepción sobre nosotros mismos y lo que nos rodea está cambiando.

 

Sentimos una especie de terremoto en nuestra mente y en nuestro corazón.

 

Literalmente estamos en una vibración más alta con nuevas energías.

Todo cambio será maravilloso. Confiemos en nuestro corazón.

 

                                                 Con amor, Stella Maris