top of page

Cuentos para Pensar...

Los tres primeros son relatos de diversos autores, publicados por Jorge Sánchez en su Facebook. ¡Gracias Jorge! Y los que siguen son cuentos extraídos de internet

 

 

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo,
estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.

 

Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar,
el científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo.

De repente se encontró con una revista,
en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta
se lo entregó a su hijo diciendo:
“como te gustan los rompecabezas,
te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamada calmadamente.
"Papá, Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño.
Pensó que sería imposible que a su edad, haya conseguido componer un mapa
que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones,
con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo.
Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible?
¿Cómo el niño había sido capaz?

–“Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?”
–“Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista
para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre.
Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.”

“Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

 

Gabriel García Márquez

 

ARREGLAR EL MUNDO

PARÁBOLA DEL LÁPIZ

El niñito miraba a la abuela escribir una carta.
En un momento dado, le preguntó: 

Abuela, ¿estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros? 
¿Es por casualidad, una historia sobre mí?

La abuela dejó de escribir, sonrió y le comentó al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es verdad.

Ahora bien, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando.
Me gustaría que tú fueras como él, cuando crezcas. 

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial. 

- ¡Pero, si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! 

- Todo depende de cómo mires las cosas.

Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con el mundo. 

Primera cualidad
Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una Mano que guía tus pasos.
A esa Mano la llamamos Dios y Él debe conducirte siempre en la dirección de Su voluntad. 

Segunda cualidad:
De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas.
Con eso el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado.
Por tanto, has de saber soportar algunos dolores, porque te harán ser una persona mejor. 

Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores.
Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, 
sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro.
Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti. 

Por último, la quinta cualidad del lápiz:
Siempre deja una marca.

Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará huellas 
y procura ser consciente de todas tus acciones. 

Paulo Coelho

EL COLIBRÍ

El bosque está en llamas y
mientras todos los animales
huyen para salvar su pellejo,
un colibrí recoge una y otra
vez agua del río para verterla
sobre el fuego.
“¿Es qué acaso crees que con
ese pico pequeño vas a apagar
el incendio?”
-le pregunta el León.”
Yo sé que no puedo solo
-responde el pajarito-
Pero estoy haciendo mi parte.”

 

Betinho

¿COMO CRECER?Jorge Bucay

 

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.

Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó:

¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes

marchitarte en tu propia condena...

 

 

EL BUSCADOR  Jorge Bucay

 

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda. Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían 26 cuentos para pensar Jorge Bucay 3 inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar. - No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?. El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

 

 

Las dos ranas (Autor desconocido)

      

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

 

Cuando vieron cuan hondo éste era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

 

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

 

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

 

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

 

Una vez mas, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. 

Pero la rana saltó cada vez con mas fuerzas hasta que finalmente logro salir del hoyo.

 

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

 

Moraleja

 

1. La palabra tiene poder de vida y muerte. 

Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado 

puede ayudar a levantarlo al finalizar el día.

 

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado 

puede ser lo que acabe por destruirle. Tengamos cuidado con lo que decimos.

 

 

En la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice asi:

"Aerodinámicamente el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, 

lo bueno es que la abeja no lo sabe".

 

bottom of page