Iones Positivos y Negativos
IONES POSITIVOS
IONES NEGATIVOS
Los iones positivos y negativos
El aire está formado por átomos que tienen un centro de protones (carga positiva) alrededor del cual giran electrones (carga negativa) La Naturaleza en su constante búsqueda del equilibrio intenta que exista el mismo número de protones y electrones. Pero los electrones se desplazan provocando una ruptura del equilibrio y creándose entonces una molécula (ión) que puede tener una carga positiva o negativa. Cuando un átomo neutro pierde electrones, se convierte en un ión positivo. Y cuando el átomo neutro capta electrones, se convierte en un ión negativo.
Los iones negativos, en contra de lo que su nombre da a entender, ejercen una influencia muy positiva sobre nuestro entorno y nuestra salud.
El mar, fuentes, cascadas, saltos de agua, etc., son una gran fuente de ionización negativa.
También las descargas eléctricas de los rayos, la emisión de la radioactividad de la tierra y la función clorofílica de las plantas forman iones negativos.
Los iones negativos ayudan a relajarnos con mayor facilidad, tener mejor memoria, que nuestra mente esté más despejada, mejor funcionamiento del aparato digestivo y respiratorio, eliminación de las sustancias que pueden ser nocivas, y estimulan a un mayor rendimiento físico y mental. Un ambiente cargado de iones negativos estimula la actividad sexual e influye positivamente en la fertilidad tanto de hombres como de mujeres. También ayuda a nuestra piel a luchar contra el acné, la psoriasis, quemaduras, etc.
Los iones negativos no sólo influyen beneficiosamente en la salud y la vida de las personas sino también sobre la salud y el crecimiento de plantas y animales.
Una escasez de iones negativos, o lo que es lo mismo, un exceso de iones positivos, puede producir efectos negativos sobre nuestra salud, perjudican nuestro cuerpo y nuestras emociones, influye en una menor producción de serotonina lo que puede provocar: estrés, insomnio, ansiedad. Y también influyen en todo el ambiente que nos rodea, como así también en las plantas y en los animales.
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Conclusión:
Estamos rodeados de iones negativos y positivos. Los iones negativos son muy buenos para nuestra salud.
Hay gran cantidad de iones negativos en plena naturaleza, en las montañas, en los bosques. Los iones negativos se crean por medio de la acción de la naturaleza, la luz del sol, la lluvia, el mar, las fuentes de agua, el oxígeno que nos regalan los vegetales.
Los iones negativos ayudan a relajarnos y a lograr un equilibrio físico y mental. Los iones negativos influyen en forma beneficiosa en la salud de las personas, plantas y animales.
En las ciudades, en cambio, se concentran más iones positivos, sobre todo por la utilización de televisores, radios, radares, computadoras, celulares y contaminación. También se generan iones positivos por el acumulamiento de gran cantidad de personas en poco espacio. Todo esto produce deterioro a nivel físico y emocional, generando estrés, insomnio, ansiedad y variadas enfermedades.
Empecemos a conectarnos más con la Naturaleza...