Todos cometemos errores...
Todos cometemos errores...
El primer error es creer que no debíamos equivocarnos nunca.
¿Por qué será que los seres humanos somos tan crueles para juzgar a los demás o para juzgarnos a nosotros mismos... aún sabiendo que en la vida el que no se equivoca es porque ni siquiera se atrevió a vivir...?
¿Acaso no estaremos cometiendo un error al ¨creer que nunca debiéramos cometer un error¨...? ¿Qué esperamos de la vida...? ¿No cometer ningún error...? ¿Anhelábamos ser perfectos? Es perfecto aquél que habiendo cometido errores entendió el sentido de la vida, y se mejoró a sí mismo...
Nos enseñaron tantas cosas... y las aprendimos muy bien:
Aprendimos que el error, aunque sea sin mala intención, es igualmente condenable...
Aprendimos que el perdón casi nunca redime...
Aprendimos a correr desenfrenadamente hasta llegar a la meta de la perfección. Pero al tropezar, sentimos una frustración que no habíamos aprendido a manejar...
Aprendimos a clasificar a la gente en conjuntos herméticos: los que son eternamente malos y los que son eternamente buenos... los que directamente nacieron buenos y los que nacieron malos... sin posibilidad de intersección entre conjuntos... ¿Y si acaso descubriéramos que todos tenemos un poquito de las dos cosas, pero sólo nos atrevemos a mostrar nuestra mejor cara por temor a ser condenados...? ¿Condenados... por quién...? ¿Por alguien perfecto...?
¿Y si dejamos de juzgarnos tanto...?
¿Y si nos animamos a juntar las partes de nosotros mismos, esas partes que destruimos al condenarnos por cometer un error...?
¿Y si aprendemos a perdonarnos...?
¿Y si empezamos a amarnos...?
Bienvenidos sean todos los valientes que aún cometiendo errores, se atrevieron a vivir y a mejorarse a sí mismos...
Estamos a tiempo de emprender un nuevo camino cada día que comienza...
De eso se trata la vida.
Y no olvidemos que...
¡¡¡Tenemos tanto brillo en nuestro interior...!!!
Con amor... Stella Maris